A pesar de toda la tecnología e
información que se tiene sólo con apretar una tecla, la generación actual sufre
de un gran mal, conocido como: ¨frustración¨.
La frustración no es otra que el
fracaso que se siente cuando no se puede alcanzar un deseo o una meta.
En cierta forma la expresión
bíblica, cuando Jesús se refirió al hecho ¨de que las personas no reciben lo
que piden en oración, porque piden mal…¨, explica el porqué la gente vive
frustrada y sobre todo una gran parte de la juventud, quizás sin darse cuenta.
La gente -sobre todo la juventud-
no se preocupa por conocer sus cualidades naturales. Cada ser humano tiene
habilidades que debe descubrir. Una de las responsabilidades de los padres y
maestros es ayudar a los jóvenes a elegir la profesión más adecuada para ellos.
Aunque no se cuente con la
orientación adecuada (sea usted joven o adulto), nunca es tarde para
desarrollar el potencial laboral que posee. Por ejemplo, si usted es bueno
para las matemáticas entonces cualquier carrera técnica o profesional cuya
herramienta principal sean los números será la apropiada para usted. El error
que cometen los jóvenes en la actualidad, es que no estudian carreras para las
cuales tienen el talento, sino que estudian carreras que según ellos o mejor
dicho lo que les han hecho creer, les va a generar mucho dinero y prestigio.
El principal requisito para
triunfar en una carrera, negocio o trabajo, es que usted ame lo que hace. Y la
‘única forma de amar lo que se hace es que a uno le guste y tenga las
cualidades naturales para desempeñar esa labor; si usted lo hace por otras
razones jamás alcanzará el éxito y será una persona frustrada para el resto de
su vida.
Haga lo correcto de acuerdo a las
habilidades naturales que tenga usted y trabaje duro para lograr sus metas en
la vida. No hay una vereda... el camino será largo, pero lleno de éxitos y
satisfacciones.
Por: Eric Aragón
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